El Centro Landivariano de Educación Continua –CLEC- busca brindar alternativas y respuestas a necesidades diversas, generadas por los cambios tecnológicos, científicos y organizacionales. Como parte de esta noción, dentro del catálogo de Cursos Libres que ofrece el CLEC, se encuentra el diplomado en fotografía, que ofrece a sus estudiantes la posibilidad de profundizar en la técnica y formar fotógrafos eficientes. Vida Universitaria se acercó a José Carlos Flores, fotógrafo con más de 30 años de experiencia en el campo, quien es responsable de impartir algunos de los módulos del diplomado.
“Silvia Milián me invitó a dar clases de fotografía en Diseño Gráfico, yo daba clases en Ciencias Políticas desde 1993. Poco a poco me fueron dando más cursos de fotografía y terminaron siendo más de las que daba en Ciencias Políticas. A raíz de esto, me llamaron de Cursos Libres para impartir el curso de fotografía, que en ese entonces duraba 8 semana y solo se impartía uno. Más tarde decidimos hacer dos módulos, uno era de manejo de la cámara y otro, de revelado en blanco y negro. A principios del siglo XXI agregamos el tercer módulo, de iluminación fotográfica. Me da orgullo decirlo: aquí en la URL se dio el primer curso de ese tipo. Hace más o menos 5 años surge la propuesta de convertir el curso de fotografía en un diplomado, en el Centro Landivariano de Educación Continua y actualmente cuenta con 6 módulos”.
¿Con el diplomado se busca formar a las personas para entrar al oficio de la fotografía?
Lo que sucede es que con los plazos tan cortos, cambios tan rápidos y la globalización, la gente necesita aprender y entrenarse más rápido, es muy distinto estudiar fotografía durante dos años que durante cinco, esta rapidez permite que las personas puedan salir al mundo a trabajar. No estamos en la universidad por ausencia de oficio, si no que queremos generar trabajo y diversificar lo que queremos hacer, tengo muchos amigos que ejercen su profesión, son ingenieros, médicos o abogados, pero la fotografía resulta siendo una profesión paralela. También hay muchos fotógrafos que llevan trabajando en el campo por mucho tiempo pero lo hacen de forma empírica, actualmente la tecnología en cámaras digitales ha crecido y paradójicamente es cuando la gente menos sabe de fotografía. Para eso es el diplomado, para actualizarnos y salir del empirismo.
Según su experiencia ¿Cómo ha cambiado la enseñanza de la fotografía desde que usted empezó a dar clases al día de hoy?
Yo tengo que mantenerme actualizado para poder seguir dando clases, no solo se trata de venir y decir yo se tomar fotos o tengo la mejor cámara, porque esto no hace al mejor fotógrafo. Ahora hay que actualizarse constantemente, mi curso nunca se da igual, debo adaptarme al estudiante y sus necesidades y a la tecnología. Si yo me quedo haciendo lo mismo que hice hace dos años, me vuelvo obsoleto.
¿Qué diferencia hay entre un egresado del diplomado en fotografía y los demás?
Se trata que se reduzca o minimice la relación entre la experimentación y el resultado, que no haya muchas fotografías empíricas, buscamos que a la primera se le pegue. Existen fotógrafos poco experimentados que entregan al cliente 1500 fotografías y el cliente escoge 50. El verdadero profesional debería tomar 100 para que el cliente use 90. El CLEC quiere lanzar al mercado egresados seguros de su técnica y tecnología, optimizando el tiempo, recursos y espacio. Esa es la diferencia.
¿Cómo ha visto la recepción por parte del público del diplomado?
Existen a tipos de alumnos diferentes: existe el alumno que pierde el encanto, yo diría que es el 1%. Es un alumno que le gusta tomar fotografías y quiere hacer algo el fin de semana pero estando estudiando se da cuenta que la fotografía no es solamente de agarrar la cámara y presionar un botón, se requiere aprender cosas mucho más técnicas que incluso requieren de estudio matemático y un poco de fórmulas para lograr una imagen bien hecha. El otro tipo de fotógrafos es el que si quiere aprender y quiere minimizar los pasos en su flujo de trabajo y ser más eficiente, vienen fotógrafos de bodas o productos, incluso gente que ya trabaja en una revista y viene a reaprender lo que ya han estado haciendo empíricamente, los resultados son mucho superiores.